Este murciélago es otro de los murciélagos de la fruta que pueblan el mundo, pero en su caso tiene dos características que lo destacan sobre los demás. Una es su nariz y su curioso rostro. La otra es que fue una especie desconocida hasta que en 2009 fue descubierto en Papua Nueva Guinea. Desde luego, no se conserva tan guapo como Arturo Fernández, pero… curioso sí es.